CORRUPCIÓN EN HONDURAS
Por: Esther Alexandra Garwer
“Un Estado donde queden impunes la
insolencia y la libertad de hacerlo todo, termina por hundirse en el
abismo” (Sófocles)
“La esperanza de la impunidad es para
muchos hombres una invitación al delito”
(Pierre Villaume)
Con éstas dos
ilustrativas pero contundentes frases célebres, es como el día de
hoy queremos dejar claro en la mente de nuestros fieles lectores,
cuan importante y saludable es frenar y brindar nuestro apoyo como
ciudadanos responsables del destino de nuestro país, a las
autoridades que han mostrado ser competitivas, confiables e
incondicionales con el pueblo en relación al combate de éstos males
de los cuales mucho se habla pero poco o nada se hace para evitar
que se esparza en el país como una pandemia virulenta que socava la
moral, los valores, la ética, la sensatez y el amor por el prójimo
en el sentido de su responsabilidad por la colectividad y no por el
bien individual o el de un pequeño grupo de poder que nada han hecho
para mejorar ni las condiciones de vida ni la calidad de la misma,
en una Honduras necesitada de garantías, respuestas concretas,
efectivas ante las innumerables demandas de un pueblo que grita por
¡justicia!...verdadera justicia, donde los auténticos criminales y
responsables que han atentado contra el pueblo, robándole su dinero,
posesiones y posiciones, mismas con las que han comprometido tanto
la soberanía como la autodeterminación de nuestro pueblo como
nación, sean llevados a prisión, condenados justamente por la
irrefutable comisión de sus hechos cometidos.
¡ATENCIÓN PUEBLO! ¿DE QUE MANERA NOS
AFECTA LA CORRUPCIÓN? El incremento de la
corrupción en los gobiernos y administraciones públicas produce
desvío de recursos y derroche de los mismos aunado a otras conductas
reprochables que generan: a) Ineficiencia en el
funcionamiento de las instituciones públicas, b)
Incumplimiento de objetivos y metas en los programas de gobierno,
c) No resolución de los problemas y necesidades ciudadanas, d)
Pérdida de confianza en el gobierno y en las instituciones. Todo
ello provoca que se perpetúe el sufrimiento humano en sus diversas
manifestaciones: pobreza, desempleo, enfermedad, hambre, injusticia,
incluso puede llegar a ocasionar la muerte cuando se omite algún
servicio básico al ciudadano. Actualmente, la confianza en los
gobiernos y en las instituciones públicas se ve cuestionada, entre
otras causas, por los malos resultados en la gestión pública y por
los constantes casos de antivalores encontrados en la conducta de
políticos y funcionarios: abuso de autoridad, tráfico de
influencias, mentira, prevaricación, transfuguismo, uso indebido del
patrimonio público o corrupción. Las prácticas de corrupción e
impunidad, son eslabones de una cadena que se traducen en abusos de
poder dentro de un clima de desconfianza: desde la fabricación de
pruebas, por los agentes de seguridad del Estado, pasando por la
tortura, hasta la burocratización que ha llevado a los
policías ser “investigadores de papel”, policías de investigación y
Fiscales que llenan formatos ficticios, robos descarados e informes
de mentiras.
Con este tipo de instituciones de seguridad
se ha creado una “estructura de dominación enraizada mediante la
violencia y el miedo” La apatía de nuestros gobernantes, ha generado
un acostumbramiento a la violencia y ha producido una estadística de
muertes que todos los días se incrementa. Muchas de las bandas de
secuestradores y del Sicariato, han sido pobladas por ex policías y
ahora ha empezado a crecer una tendencia que posiblemente no sea
nueva, pero, que cada día empeora; se ha roto la línea entre la
policía y la delincuencia, ahora los agentes de la seguridad
secuestran y matan a sus víctimas. El clima es de impotencia y
miedo, de la ciudadanía frente a una violencia que existe y con
mucha razón, tenemos miedo a convertirnos en una víctima más de
bandas que actúan desde dentro del aparato de seguridad…cada vez son
más las referencias a las formas en que los policías corruptos y el
narcotráfico pretende imponer su ley en la sociedad, la que, por
desgracia y las condiciones que vivimos, le responde favorablemente,
ya no sólo mata con saña a sus rivales, fomenta el consumo de drogas
entre los jóvenes, asesinos de periodistas, abogados y compra
políticos.
EN ESTE SENTIDO, NO ES LO MISMO…ver
a un humilde ciudadano anónimo de cualquiera de los rincones de
nuestro país, que aparece a la luz pública como un suceso
sensacional en las páginas o segmentos de la prensa y televisión,
como va a parar a la cárcel por haber sido detenido por nuestra
Policía Nacional por uno de los tantos delitos tipificados en
nuestros códigos; que llegar a ver el día en que por fin, uno
de los grandes y célebres personajes que ocupan u ocuparon elevados
cargos administrativos en cualesquiera de los poderes del Estado y
de nuestra alta sociedad en la cual se encuentran incontables
actores señalados por diversos casos de corrupción e impunidad que
tan sólo como una brisa ligera pasan a ser un pequeño escándalo que
en menos de 15 días es olvidado tanto por la memoria de éste muchas
veces alcahuete pueblo como archivado por nuestras autoridades
judiciales ya sea por acuerdos políticos a su favor o por la simple
falta o insuficiencia de pruebas que, mágicamente en éste muchas
veces mencionado país de las maravillas, todo es posible, ya que un
día están y al día siguiente desaparecen sin que nadie de razón de
ellas ni sea responsabilizado por ello.
¡GENEREMOS LA CULTURA DE VALORES PARA
PONER FRENO A LA CORRUPCIÓN Y A LA IMPUNIDAD EN HONDURAS! “Por
eso nadie cree nada. Por eso las frases condenatorias parecen burla.
Porque todos saben que nunca será castigado nadie. Que todo seguirá
igual” (José Antonio Álvarez Lima, Milenio
Diario, 15/11/10).- Honduras, debe iniciar una nueva etapa en
su vida histórica que le permita plasmar un heroico y patriota
castigo para quienes burlan y evaden la justicia amparados en
la política, el dinero y la posición social. Los diversos
mecanismos que intentan combatir éstos antivalores son normalmente
instrumentos de control externo al individuo (leyes, reglamentos,
códigos, sanciones) que dejan de lado lo esencial, es decir, todo lo
que se refiere a la esfera interna del individuo, donde residen los
pensamientos y las convicciones, y por ende, la asimilación de
verdaderos principios y valores que conducen al autocontrol o
dominio propio en beneficio de la mayoría.
BIBLIOGRAFÍA
Ideup,
“ETICA PARA CORRUPTOS: UNA FORMA DE PREVENIR LA CORRUPCION EN LOS
GOBIERNOS Y ADMINISTRACIONES POLITICAS”, Primeras Páginas,
Madrid, España, como aparece en su versión electrónica:
http://www.primeraspaginas.com/capitulo.asp?lib=672
Ramírez,
Santiago, “La impunidad en Honduras”, hondurasopina.org, Blog,
publicado el 2/11/2008, como aparece en su versión electrónica:
http://www.hondurasopina.org/articles/22/1/La-Impunidad-en-Honduras/Pagina1.html
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