jueves, 31 de enero de 2013

LA PEOR HERENCIA DE UNA NACION



"LA DEMOCRACIA SOY YO" LA PEOR HERENCIA DE UNA NACIÓN:


POLÍTICOS, SEGUIDORES, FANÁTICOS Y UNA MAYORIA CIUDADANA MEDIOCRE…



Por: Esther Alexandra Garwer

“J’ai vu le fond de ce qu’on appelle les honnétes gens: c’est hideux”. (“Yo he visto el fondo de las que llaman gentes honestas; es odioso”). Charles Maurice de Talleyrand-Périgord; París, 1754-1838.

TRES SIGLOS ENTRE LA IGNORANCIA, LA SUMISIÓN Y LA MEDIOCRIDAD…Es más que notorio el hecho que 300 años de dominación española provocaron un falso sentido de libertad, seguido de la incapacidad mental por parte del ciudadano normal de observar que, quienes retomaron las riendas en su mayoría no actuaron como hombres sabios para resolver los problemas concretos de la nación que gobernaban, sino que, fueron títeres en manos de otro tipo de hombres ajenos y externos a la realidad de la nación pero muy conscientes de las ganancias que de él podían obtener. Claro panorama se deja ver después de la independencia y la aparente desaparición del orden jurídico español en el que el funcionario no era más que una mediocre pieza aplicadora de la ley, pues nada nuevo basado en la necesidad y realidad del país se creó para sustituirlo. Prueba de lo anterior puede verse cuando, el 30 de junio de 1826, la Asamblea del Estado de Honduras se vio obligada a ordenar la ejecución de todas las leyes en vigor y aplicar a los contraventores las penas establecidas, pero era difícil para el ciudadano común saber qué hacer bajo la ley cuando se ignoraba hasta qué punto el viejo cuerpo legal español continuaba vigente, ya que se daban por abrogadas muchas de estas leyes y no se habían emitido nuevas disposiciones que las sustituyeran. Al no aplicarse las leyes surge una severa crisis de autoridad, lo único que queda son las personas inmersas muy convenientemente por la clase elitista gobernante en la generacional así como histórica y vívida ignorancia de hoy en día y Centroamérica se despeña en el principio del personalismo(1).

Quizás por esta razón es que los partidos políticos tardaron más de 60 años en aparecer en la vida pública de las naciones latinoamericanas, en especial en Honduras. El escritor Julio Icaza Tijerino ha estudiado el fenómeno de la mentalidad personalista y su incidencia negativa en la nacionalidad, y afirma que “este personalismo es esencial en los pueblos hispanoamericanos… No cabe para él, pues, la existencia de un partido o del Estado como una asociación de ciudadanos. El partido no es sino una asociación de amigos alrededor de uno de ellos o de determinados intereses y sigue siéndolo cuando se apodera del Estado y se convierte en gobierno. El gobierno es así: el gobierno de los amigos para ayudar a los amigos. Por la misma razón, el partido contrario es la asociación de los enemigos y cuando está en el poder el gobierno enemigo es cuando se explica por sí mismo el encono de las luchas políticas entre partidos, cuyas diferencias ideológicas son mínimas y, de hecho, inexistentes para la inmensa mayoría de partidarios, que nunca han leído la declaración de principios de sus respectivos partidos”(2).

De aquí que los partidos políticos, las naciones iberoamericanas y las centroamericanas en particular, se organicen en torno a figuras populares que inspiran tomar el control del país y de una política. Tristemente la patología de los aspirantes y candidatos presidenciales los cuáles dicho sea de paso son siempre los mismos, utilizan la etiqueta del partido para lograr sus objetivos personales o de su grupo de amigos; su cinismo y descaro los impulsa a presentarse como mesías escogidos… únicos con las habilidades y capacidades de sacar adelante un país. Y de éste personalismo les expondremos las características históricas que siempre han mostrado en su fantocha campaña proselitista. Vea las comparaciones y deduzca Usted mismos sus propias conclusiones.

CONTRADICCIONES ENTRE ACTORES POLÍTICOS MESIÁNICOS MEDIOCRES, SEGUIDORES Y FANÁTICOS Y CIUDADANOS EDUCADOS E ILUSTRADOS.

ACTORES MEDIOCRES
PERSONAS LETRADAS
  1. No posee originalidad; es una sombra proyectada por la sociedad.
  1. Son genuinos y anti esquemáticos
  1. Es desadaptado…vacilante
  1. Es consecuente
  1. Carece de estabilidad ideológica
  1. Idealista con claro propósito
  1. Es rutinario
  1. Es innovador
  1. Es prejuicioso
  1. Es reflexivo
  1. Contagia con facilidad
  1. Es selectivo por la dificultad del camino que recorre.
  1. Es fanático
  1. Es talentoso y crítico
  1. Persigue el éxito fugaz
  1. Trabaja por la gloria imperecedera
  1. Es el punto medio entre el imbécil y el hombre talentoso
  1. Es virtuoso
  1. No posee personalidad
  1. Es carismático y original
  1. No posee solvencia moral
  1. Se rige por principios, ética y moral
  1. No enfrenta sus adversarios de frente
  1. Es hombre equilibrado y de honor. tratar dignamente su adversario.
  1. Es hipócrita y envidioso
  1. Es elocuente, veraz y determinante.
  1. Es vulgar, deshonesto y servil
  1. Es un caballero y obedece a sus principios.
  1. Es ostentoso, vanidoso
  1. Es sobrio
  1. Esquivan la responsabilidad de sus acciones
  1. Responde y se enfrenta a sus propios hechos
  1. Conspiran y traicionan en vocablos ambiguos
  1. Es un hombre con superioridad intelectual, firmeza y coherencia en su actuar.

En palabras del destacado José Ingenieros, podríamos utilizar su estudio sobre el hombre mediocre, para hacer denotar que muchos (haciendo las justas excepciones) de nuestros caudillos, dictadores, políticos, élite social, servidores públicos, tienen la cabeza como un simple adorno de su cuerpo, ello impide que se acepte un cambio de ideas o de banderas políticas sin que esto sea razón para que sus partidarios lo abandonen (3). Todo lo anterior nos explica fácilmente la ausencia liderazgo en los partidos políticos como instituciones y la facilidad de caer en montoneras durante más de cien años en Honduras.

BIBLIOGRAFÍA
1 Mariñas otero, Luis. Honduras, (Col. Realidad Nacional), Núm. 6, Editorial Universitaria, 1987, p. 287.
2 Icaza Tijerino, Julio. Sociología de la política hispanoamericana, pp. 27-28, Madrid, 1950.
3 Icaza Tijerino, Op. Cit., pp. 180-181.
4. Ingenieros, José, El Hombre Mediocre, Colección Pensamiento, Editorial Jurídica Salvadoreña, Segunda Edición, Abril 2005.

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