LA VERDAD SOBRE ELEMPIRA
Por: Esther Alexandra Garwer
"La enfermedad del ignorante, es
ignorar su propia ignorancia." Bronson Alcott,
Amos.
Cada país tiene dos historias, la oficial y
la crítica. En la elaboración de la historia oficial, la historia la
escriben aquellos que cuelgan a los héroes, esto es los vencedores,
no los vencidos. En cambio, la historia crítica es la escrita de
forma imparcial y objetiva con la verdadera cientificidad y
sustentación de pruebas y fuentes primarias y secundarias de
incansables historiadores e investigadores, entiéndase bien a éstos
como científicos aptos en la materia y no cronistas que desde el
ejercicio de profesiones distantes a las ya mencionadas, únicamente
consiguen generar historietas idílicas y de ensueño poco creíbles,
más cercanas al mito que a la realidad histórica. En tal sentido,
dedicamos éste apartado a todo el pueblo hondureño, a fin de que
entienda y aprenda que, la persona sin un conocimiento verdadero de
su historia pasada, sus orígenes y su cultura es como un árbol sin
raíces, donde cualquier viento huracanado puede derribarlo
fácilmente.
¿POR QUÉ LA HISTORIA RESULTA TAN
ABURRIDA PARA MUCHOS CONCIUDADANOS? Actualmente,
Honduras cuenta con distinguidos y respetables historiadores e
investigadores que han dedicado la mayor parte de su vida a
escudriñar la verdad histórica de muchos de los sucesos que hasta
hoy, son íconos de nuestra historia e identidad nacional; su ardua
labor los ha llevado no solo al confinamiento en bibliotecas,
archivos y hemerotecas nacionales, sino que también, los ha llevado
fuera de nuestro país, tales como el Archivo de Indias en España; la
Biblioteca del Congreso Nacional de los Estados Unidos de
Norteamérica; las bibliotecas y archivos de Guatemala y México entre
otros; lo anterior, con el fin primordial de verificar la
autenticidad de la historia escrita hace años por personas si bien
intencionadas y amantes de su patria, lamentablemente, con visibles
limitaciones debido al desconocimiento de la labor científica en
cuanto a la construcción de la veracidad histórica, lo que produjo
como resultado una descripción o narrativa cronológica de sucesos,
muchos de ellos poco creíbles y a su vez aislados de un TODO
concatenado históricamente, que ha llevado a muchas generaciones a
aborrecer la historia por considerarla aburrida, incongruente y sin
ningún tipo de aplicación práctica o utilidad para nuestra vida
personal, social y nacional. Dicho lo anterior, lo invitamos a que
analice personalmente lo expuesto y deduzca sus propias
conclusiones.
ES NECESARIO QUE LA SECRETARÍA DE
EDUCACIÓN REVISE Y ACTUALICE LOS TEXTOS HISTÓRICOS.-
La historia de nuestro país es abundante, rica en conocimiento, pero
muy despreciada. Hemos enseñado a nuestras generaciones a odiar la
lectura forzándolos a leer las letras sin que éstas motiven a la
imaginación por lo que para el hondureño leer es aburrido. Esto ha
permitido empantanar una historia nacional escrita desde finales del
siglo XIX sin que se actualice o se hagan revisiones conforme se
desarrolla la ciencia histórica. Entre otros factores que inciden en
los cambios a la historia podemos señalar las nuevas exploraciones
arqueológicas; el avance de las ciencias exactas que, al apoyar a la
historia, son capaces de arrojar nuevos datos, desechando así las
hipótesis anteriores; los cambios filosóficos, que, al superar a
previas concepciones del mundo, hacen lo mismo con algunas teorías
de la historia; el desarrollo de nuevas ciencias y su utilidad por
la historia y las luchas sociales y políticas que son la materia
prima de la historia, aunque en Honduras se han dado la mayoría; la
historia que estudian nuestros niños a inicios de este siglo XXI
continúa siendo la misma que se escribió a finales de siglo XIX. Es
urgente una revisión y actualización no solo de textos, sino también
de capacitación a los maestros que enseñan tan delicada temática a
fin de que forjemos la identidad nacional de estos niños,
fundamentada en una realidad histórica indiscutible, capaz de ser
puesta a toda prueba, que enorgullezca por su veracidad comprobada y
que les permita sentirse parte de la misma sociedad sin importar si
es misquito, lenca, mestizo, blanco, o de cualquier otra índole…que
le permita sentirse realmente hondureño.
¡LUCHEMOS POR NUESTRA INTEGRACION
NACIONAL! Finalmente, deseo dejarles el siguiente
pensamiento: Todo proceso de integración nacional va a depender
fundamentalmente de los esfuerzos internos del país, de los espacios
que genere para establecer las reformas o acciones inmediatas en su
derecho interno así como de la efectividad de sus políticas
nacionales. En otras palabras el proceso de integración avanza en la
medida de lo que hacen los gobernantes de nuestro países y de la
correlación de fuerzas políticas que se hallen comprometidas en una
visión integracionista. Hay que tomar en cuenta el precedente que
nos deja la historia y hay que contemplar: 1.- La
identificación de sus inmediatas necesidades y garantizar su
desarrollo en todos los niveles como expresión de respeto a su
dignidad. 2.- Una visión integral del ciudadano que el país
necesita, fundamentado en su historia, es decir, garantizando la
efectividad de los mismos basados en un principio de universalidad,
exigibilidad, indivisibilidad e interdependencia y progresividad.
3.- Una identidad de costumbres, tradiciones, cultura; lo cual
significa que la integración ha de ser hacia dentro, lo cual implica
conocer las costumbres de unos y de otros. Ello indudablemente nos
conduce a solventar todo acto de localismo o regionalismo,
discriminación, persecución y prejuicios*.
BIBLIOGRAFÍA
*Lesly LLatas Ramírez (Abogada
especializada en Derechos Humanos. Profesora de Derechos Humanos de
la Universidad Inca Garcilaso de la Vega, actual asesora del
Despacho de la Fiscal de la Nación para asuntos de Derechos Humanos
- Perú), tal y como aparece en su versión electrónica:
http://www.editorialox.com/frases.htm
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